Esta fábula de Esopo, será la lectura del próximo examen de lengua.
La liebre y la tortuga
Cierto día una liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó:
-Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una competencia.Y la liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta.
Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.
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